Durante la meditación se practican distintas formas y técnicas de relajación, concentración y entrenamiento mental para lograr determinados objetivos. El cuerpo y mente están conectados y la buena salud tanto física como mental se integra en un beneficio común para aquel que tiene un adecuado equilibrio entre ambas. En muchas técnicas de meditación se logra una importante reducción del estrés físico y mental que repercute positivamente en ciertas enfermedades crónicas, como pueden ser aquellas que ocasionan dolor crónico, estados de depresión y ansiedad. A nivel físico ayuda, por ejemplo, en el control de las cifras de presión arterial.
Meditación y diabetes: relación
En la diabetes a veces se asocian situaciones de depresión y ansiedad precisamente ligadas al hecho de tener una enfermedad crónica pudiendo estas mejorar con la práctica de meditación. Su práctica también puede contribuir a una mejoría en la percepción de la calidad de vida en general y en relación con la salud. Por otro lado, en personas con diabetes que padecen algún tipo de dolor crónico, por ejemplo, por neuropatía diabética, la práctica de meditación regularmente puede contribuir positivamente a aliviar en parte dicho dolor.
En otros casos, la práctica de meditación ayuda a mejorar las cifras de presión arterial, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria. Dicho descenso en las cifras puede aportar beneficios adicionales en las personas que tengan diabetes y a su vez algún problema de hipertensión arterial, hecho que muchas veces se asocia.
También es importante señalar que en algunas disciplinas de meditación, como puede ser la práctica de yoga, se aúna el ejercicio mental y determinados ejercicios físicos mediante la práctica de distintas posturas corporales. Al practicar yoga se han descrito cambios en el comportamiento en relación con una mejoría en la adherencia a la actividad física, a una dieta más equilibrada y también a la adherencia a la toma de fármacos prescritos. Todo ello puede repercutir positivamente en el control de la diabetes.
Por otra parte, con la práctica de dicha disciplina de meditación se pueden lograr cambios a nivel psíquico, con una reducción del estrés, estado de ánimo y mejoría de la calidad de vida aplicable a las personas con diabetes. A nivel físico, la práctica de yoga –sobre todo si es de forma frecuente y regular- puede contribuir a bajar de peso y mejorar la composición corporal así como a mejorar la tolerancia al ejercicio y reducir la resistencia a la insulina por la activación de distintos grupos musculares influyendo en unos mejores parámetros de control de la diabetes.
Desde un punto de vista médico, además de la mejoría en la esfera física y mental, la práctica de meditación puede repercutir en la inmunomodulación, mejorando ciertos parámetros inflamatorios del organismo, y en la activación de ciertos ejes hormonales en relación con el estrés y el sistema nervioso autónomo, así como influir positivamente en parámetros cognitivos como puede ser la memoria.
Para cualquier duda sobre diabetes, consulte siempre con su profesional sanitario.
Dra. Marian Vélez
Número de colegiada: 282872155
Puesto actual: facultativo especialista en Endocrinología y Nutrición en Fundación Jiménez Díaz, Madrid.
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