¿Influye el clima frío en la tasa de azúcar en sangre?
Como mencionamos, puede haber varios factores que repercutan en el control de la diabetes en los meses más fríos del año. Hay algunos estudios que apuntan a que existen fluctuaciones en los niveles de glucosa en ayunas y de HbA1c en relación con la época del año en que nos encontremos. Aunque esta no es una regla general y, a nivel individual, la influencia sobre la diabetes en cada persona es distinta, se ha observado que, efectivamente en invierno las cifras de glucosa en ayunas y la HbA1c pueden ser discretamente más elevadas que en los meses más cálidos. Las causas exactas no se conocen y pueden guardar relación con cambios en la alimentación, actividad y a nivel metabólico durante los meses de mayor frío.
Sugerencias para mantener la diabetes controlada en invierno
Tanto en invierno como en verano es posible mantener la diabetes bien controlada. A continuación vamos a ver algunos consejos en relación con la diabetes durante el invierno:
1. Temporada de virus y resfriados
En invierno, con el frío, suele haber mayor frecuencia de resfriados comunes e infecciones por virus, incluido el virus de la gripe. En cualquier situación de enfermedad aguda, es frecuente que se eleven las cifras de glucemia. En estas situaciones es importante no descuidar una buena hidratación y alimentación así como conocer las pautas adecuadas en cuanto a ajuste de insulina y medición de cuerpos cetónicos en días de enfermedad aguda.
2. El frío en manos y pies
A la hora de realizar controles capilares es importante que las manos estén limpias y no excesivamente frías puesto que la vasoconstricción de los capilares puede dificultar la obtención de sangre capilar para realizar un control de glucemia. Igualmente, debemos utilizar calzado cómodo y apropiado para el frío y la lluvia para mantener los pies a una adecuada temperatura y evitar la aparición de molestias o alteraciones en los mismos.
3. Insulina a resguardo
La insulina es importante que se mantenga a una adecuada temperatura. Los bolis de insulina que no se hayan empezado, deben guardarse en nevera idealmente entre 4ºC y 8ºC. No deben llegar a congelarse. Los bolígrafos de insulina que estén en uso, pueden conservarse a temperatura ambiente, siempre que está no sea extrema (idealmente entre 15º-29ºC), de lo contrario, podrían perder su acción. Por tanto, en invierno debemos evitar exponer la insulina a temperaturas extremadamente bajas protegiéndola de las mismas. Si hay bajas temperaturas en el exterior y vamos a pasar, por ejemplo, mucho rato en la nieve, puede ser interesante guardar la insulina en un estuche que conserve la temperatura o pegada al cuerpo bajo la ropa de abrigo en caso, por ejemplo, de que utilicemos bomba de insulina.
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