Edulcorantes y diabetes: indicaciones generales
Los edulcorantes son productos de origen natural o artificial que se emplean para sustituir al azúcar. Por lo general, tienen un poder endulzante muy superior, lo que permite reducir mucho las cantidades que tomamos.
Pero esto no quiere decir que los pacientes con diabetes puedan consumir edulcorantes libremente, ya que algunos de éstos pueden afectar a los valores de glucosa.
En general, se recomienda seguir estas pautas a la hora de consumir sustitutos del azúcar:
Conocer el tipo de edulcorante que estamos tomando. Para el paciente diabético, no es lo mismo la fructosa que la stevia, la sucralosa o el sorbitol, ya que cada uno de ellos tiene características diferentes. Más adelante incluimos información básica sobre los principales tipos, pero en caso de duda siempre es recomendable consultar al profesional sanitario.
Fijarnos en las etiquetas de los productos que consumimos para saber qué edulcorantes contienen y en qué cantidades. Valorar, siempre, el tamaño de la ración y del envase.
Los edulcorantes naturales en la diabetes: fructosa, Stevia, entre otros.
Los edulcorantes naturales contienen calorías y se convierten en glucosa en el organismo, es decir, que pueden tener un impacto en los valores de glucosa, y por tanto debemos tener en cuenta su influencia. Estos son los más comunes:
Stevia (E-960): procede de una planta y es una excepción a lo indicado anteriormente, ya que no contiene calorías.
Fructosa: este endulzante se puede encontrar en la miel y las frutas. Se metaboliza más despacio que la sacarosa, un factor a tener en cuenta en el control de la diabetes.
Taumatina (E-957): se extrae de un arbusto y cuenta con un poder endulzante 2500 veces superior al azúcar, así que una cantidad muy pequeña es suficiente.
Polioles: dentro de esta categoría tenemos productos como el sorbitol, el manitol o el xilitol, procedentes de las frutas y verduras. Hay que tener en cuenta que el intestino solo absorbe el 50 % de ellos.
Los edulcorantes artificiales en la diabetes: sucralosa, aspartamo, sacarina...
Los edulcorantes artificiales no contienen calorías y no tienen efecto sobre la glucemia en sangre, por lo que se pueden recomendar a los pacientes de diabetes. Estos son los principales:
Sucralosa (E-955): su poder endulzante es 600 veces superior al azúcar y se puede usar para hornear, ya que es estable a alta temperatura.
Aspartamo (E-951): endulza unas 200 veces más que la sacarosa, pero pierde su poder edulcorante al cocer u hornear.
Sacarina (E-954): es unas 300 veces más dulce que el azúcar y suele encontrarse mezclada con otros sustitutos del azúcar.
Acesulfame K (E-950): entre 130 y 200 veces más dulce que la sacarosa, suele usarse en las bebidas con gas.
Ácido ciclámico (E-952): uno de los más suaves, ya que solo tiene entre 30 y 50 veces el poder endulzante del azúcar.
Neotame (E-961): basado en la fórmula del aspartamo, pero mucho más dulce (hasta 1300 veces más que la sacarosa).
En conclusión
El consumo de edulcorantes, tanto naturales como artificiales, puede formar parte de una dieta sana y equilibrada, también para las personas con diabetes.
Para que este consumo sea adecuado, debemos informarnos bien sobre las características de los diferentes edulcorantes, consultar las etiquetas de los productos y, en caso de duda, consultar con el profesional sanitario de referencia.
Para cualquier duda sobre diabetes, consulte siempre con su profesional sanitario.
Dra. Mª Ángeles Velez
Médico especialista Endocrinología y Nutrición
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