Los carbohidratos son la principal fuente de energía en los alimentos y necesitan insulina para ser asimiladas por el organismo. No todos los carbohidratos son iguales, algunos se absorben muy rápido (simples) y otros se absorben despacio (complejos).
Los carbohidratos simples no precisan digestión, tan pronto se ingieren se empiezan a convertir en glucosa y de hecho puedenn causar hiperglucemia rápidamente. En cambio, los carbohidratos complejos, precisan transformarse (digerirse) para ser absorbidos, y el incremento de la glucosa es mas suave.
Ambos, los carbohidratos simples y los complejos aumentan la glucosa, la diferencia es la velocidad con la que ocurre. En las personas con diabetes puede haber una deficiencia parcial o total de insulina y, por lo tanto, cada vez que se consumen carbohidratos se puede incrementar la glucosa en menor o mayor grado. Cuanto mas baja es la reserva de producción de insulina en el páncreas, mayor es el incremento de glucosa posterior al consumo de carbohidratos, incluso en pequeñas cantidades.
En la imagen siguiente, por ejemplo, la glucosa aumenta de 115 mg/dl a mas de 250 mg/dl en menos de 15 minutos, el paciente aplica 5 unidades de insulina rápida y desayuna huevos con tocino, papas a la francesa y jugo de zanahoria. Un vaso de jugo de zanahoria se convierte rápidamente en glucosa y causa un incremento visible en unos minutos, pero, además, las papas a la francesa, que también son carbohidratos, al estar fritas, causan una absorción tardía y sostenida, lo que se observa como una meseta de hiperglucemia prolongada, en este caso, la glucosa se mantiene alta desde el medio día hasta después de las 5 de la tarde.
El mismo paciente, a la mañana siguiente, desayuna 1 manzana, 4 tortillas, 1 taza de café sin azúcar y huevos con jamón. Aplica 5 unidades de insulina rápida y la glucosa aumenta de 93 a 190 en 60 minutos, pero después baja a 127 y se mantiene estable durante toda la tarde.
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