Para metabolizar la glucosa es necesario tener insulina en la sangre en cantidad suficiente, de lo contrario la glucosa no puede ser utilizada como fuente de energía. En estos casos nuestro organismo busca otra fuente de energía alternativa: las grasas.
Como consecuencia de emplear las grasas como fuente de energía se producen unos “residuos”, los cuerpos cetónicos o cetonas.
En una persona con diabetes se producen cuando no hay suficiente insulina para introducir la glucosa dentro de las células. Las células creerán entonces que no hay glucosa y utilizarán las grasas como fuente de energía.
Cuando las cetonas se acumulan en la sangre, hacen que la sangre sea más ácida. Si ésta situación no se trata tiempo,se produce la cetoacidosis (que es una situación de alto riesgo).
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